Zumo de remolacha y zanahoria
Receta del zumo de remolacha y zanahoria
Preparar y beber un zumo que mezcla zanahoria y remolacha frescos es una forma sencilla y eficaz para ayudar a limpiar el hígado y aumentar la tasa que procesa las toxinas en el cuerpo.
Tener un hígado sano es un elemento de vital importancia para una buena salud y el correcto funcionamiento del cuerpo, pero la mayoría de las personas rara vez prestamos mucha atención a no ser que nos vemos obligados o caigamos enfermos.
Ingredientes del zumo de remolacha y zanahoria
- 1 remolacha
- 2 zanahorias
- Medio limón
- 1/4 de vaso de agua
Cómo hacer el zumo de remolacha y zanahoria
- Pelar la remolacha y las zanahorias y cortar a trozos.
- Pelar el limón y quitar toda la piel blanca y los huesos.
- Introducir todos los ingredientes con el agua en la licuadora y licuar hasta conseguir una mezcla homogénea.
- Verter en un vaso.
Propiedades del zumo de remolacha y zanahoria
Mientras que este zumo de remolacha y zanahoria no puede compensar una dieta llena de comida rápida y el exceso de alcohol, es un reconocido tónico para el hígado y rejuvenecedor que puede ayudar a aliviar la carga de los órganos maestros limpiadores del cuerpo y mejorar la forma cómo se ven y sienten.
Para muchas personas, tener un hígado pobre con exceso de trabajo le carga de mucho esfuerzo en el momento del filtrado y la desintoxicación de todos los contaminantes dietéticos y ambientales que son enviadas a el cada día.
Una vez que el nivel de estas toxinas empieza a ser demasiado alto para que el hígado pueda hacerle frente por sí solo, el problema pasa a la piel del cuerpo que trata de deshacerse del exceso, lo que a menudo conduce a problemas de la piel y a las ojeras o machas oscuras bajo los ojos. Sufrir dolores de cabeza regulares y un cansancio general y letargo también pueden ser síntomas de un hígado bajo presión.
El zumo de zanahoria es altamente alcalinizante para el cuerpo y ayuda a eliminar los residuos tóxicos que se acumulan en el higado. Estas propiedades alcalinas y su riqueza en vitaminas y minerales también se cree que ayuda a limpiar la sangre de contaminantes y mejorar los ojos y la piel.
El zumo de zanahorias recién exprimido es una de las fuentes más conocidas de vitamina A, betacaroteno y alfacaroteno para proteger el cuerpo de los radicales libres. Estos nutrientes antioxidantes se convierten en vitamina A cuando es necesario y están efectivamente almacenados dentro de las células del hígado. Los bajos niveles del mismo se encuentran generalmente en pacientes con enfermedades hepáticas como la cirrosis y es importante obtener una cantidad adecuada de vitamina A para una buena salud en general.
El zumo de zanahoria es también una gran fuente de vitamina C, vitamina K y varias vitaminas B. Además, puede ser rico en potasio, calcio, magnesio y oligoelementos como el molibdeno y cobre si se cultiva en suelos decentes. Una forma de aumentar las posibilidades de un alto contenido de minerales es elegir zanahorias orgánicas.
Las remolachas o zumo de remolacha es una rica fuente de fitonutrientes como la betanina que tiene fuertes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, junto con un efecto estimulante sobre las diversas vías de desintoxicación del cuerpo y especialmente, del hígado.
La betaína es otro nutriente identificado en la remolacha que promueve el flujo de bilis para una mejor digestión y desintoxicación del hígado. De hecho, el zumo de remolacha es tan poderoso que incluso se cree que ayuda a regenerar las células del hígado y depósitos grasos claros causados por años de consumo de alcohol.