Zumo de mandarina
Receta del zumo de mandarina
Las mandarinas son una fruta cítrica popular de la familia de la naranjas, aunque de tamaño más pequeño. Tienen una piel más flexible, y son más fáciles de pelar, lo que las hace un aperitivo ideal para los niños. El fruto es originario del sudeste asiático.
Como todos los miembros de la familia de los cítricos, proporcionan un gran impulso de vitaminas y minerales, y sin embargo, tienen muy pocas calorías y ni siquiera un gramo de grasa.
Ingredientes del zumo de mandarina
- 3 mandarinas
- 1/2 vaso de agua
- 1 cucharada de azúcar moreno, o al gusto
- 1 limón
- Hielo picado
Cómo hacer el zumo de mandarina
- Cortar las mandarinas y el limón por la mitad y exprimir o licuar.
- Añadir el azúcar moreno y remover hasta disolverlo.
- Si se desea añadir el agua para hacerlo más ligero.
- Verter en un vaso con hielo picado.
Propiedades del zumo de mandarina
Debido a sus beneficios nutricionales, la fruta es ampliamente reconocida como ideal para su inclusión en una dieta saludable. La mandarina es una buena fuente de vitaminas A y C. Contiene calcio, magnesio y potasio. El fruto es también una buena fuente de fibra dietética.
Las mandarinas proporcionan hasta el 80% de los requerimientos diarios de vitamina C para el cuerpo. La vitamina C se ha establecido como un potente antioxidante. Tiene la capacidad de despojar a los radicales libres de la mayor parte de su toxicidad nociva que les neutraliza. Esto ayuda a prevenir el daño a las células sanas. El daño de los radicales libres es una causa superior de varios tipos de cáncer. Una dieta que con frecuencia incluye mandarinas puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de estómago, cáncer de hígado, cáncer de garganta y cáncer de boca. La investigación ha demostrado que la ingesta frecuente de zumo de mandarina puede ayudar a prevenir el cáncer de hígado en pacientes con hepatitis C. Contiene un antioxidante especial conocido como hesperedin. Algunos de los medicamentos prescritos para ayudar a hacer frente a los efectos secundarios de la radioterapia causan algunos daños a las células sanas. El Hesperedin se ha establecido como un tratamiento alternativo eficaz y no tóxico durante la terapia de radiación. Las propiedades antioxidantes de la fruta también ayudan a hacer descarrilar el crecimiento de tumores en pacientes con cáncer.
Las mandarinas también ayudan a controlar los niveles de colesterol en el cuerpo. Esto se logra mediante los antioxidantes en el fruto que disminuyen los niveles de colesterol malo en la sangre. Los altos niveles de colesterol peligran la salud de varias maneras. Los radicales libres son capaces de oxidar el colesterol. Esto hace que el colesterol quede aferrado a las paredes de las arterias restringiendo la fluidez de la sangre y contribuyendo a la hipertensión arterial. El riesgo de accidente cerebrovascular y cardiopatías coronarias aumenta en estas condiciones. Una alta acumulación de ácidos grasos también conduce a la enfermedad hepática.
El potasio y el calcio juegan un papel vital en la condición de la sangre. El potasio ayuda a estabilizar la presión arterial. La ingesta elevada de potasio, especialmente cuando proviene de frutas y verduras, ayuda a prevenir la hipertensión. El calcio es muy importante en el proceso de coagulación de la sangre mientras que el magnesio ayuda a regular la presión arterial. La ingesta de mandarinas apoya una mejor salud cardiovascular.
La fibra dietética en una mandarina hace que sea una gran opción para la pérdida de peso y la buena salud. Una porción de 100 gramos proporciona alrededor de 3 gramos de fibra dietética. Cuando se incluye en el menú de fruta con regularidad, ayuda a sentirse saciado más rápido. Esto reduce la necesidad de consumir más alimentos. La fibra facilita la digestión y ayuda a prevenir el estreñimiento. También se ha establecido que los alimentos ricos en fibra ayuda a desintoxicar el tracto digestivo. Esto ayuda a reducir el riesgo de enfermedades.
La vitamina C en el zumo de mandarina es fundamental para prevenir del clima frío y es vital para el buen funcionamiento de un sistema inmunológico saludable. Las mandarinas tienen propiedades antimicrobianas que impiden que las heridas ya sea de forma séptica o viral deriven en infecciones fúngicas y bacterianas. Pueden además prevenir el espasmo en el aparato digestivo y el sistema nervioso por lo tanto evitar calambres y vómitos. La mandarina es un purificador de la sangre natural que ayuda a eliminar las toxinas y sustancias no deseadas del cuerpo.
La vitamina C presente en este fruto es muy bueno para la piel, tanto cuando se consume internamente como cuando se aplica por vía tópica sobre la piel. El consumo regular de zumo de mandarina promueve el brillo de la piel y mejora el tono de la piel en gran medida. Los antioxidantes presentes en las mandarinas protegen la piel de los rayos UVA y ayudan a la piel para resistir el daño causado por el sol y los radicales libres. También reducen el signo de envejecimiento como son las arrugas, líneas finas y manchas.