Zumo de jengibre y limón
Receta del zumo de jengibre y limón
El zumo de jengibre y limón está lleno de una gran cantidad de propiedades que promueven la salud de diferentes maneras, incluyendo la pérdida de peso. Esta bebida es una maravillosa alternativa para disfrutar de los beneficios del jengibre y limón juntos. Estos dos potentes alimentos pueden disfrutarse también combinados en infusiones, refrescos, helado, bizcochos, etc.
Ingredientes del zumo de jengibre y limón
- 1 limón
- 1 trozo de jengibre fresco (tamaño del dedo pulgar)
- 1 cucharada de miel
- 4 tazas de agua
Cómo hacer el zumo de jengibre y limón
- Partir el limón por la mitad y exprimir cada parte extrayendo el zumo.
- Introducir el jengibre y el zumo de limón a la licuadora.
- Licuar y añadir el agua y la miel para endulzar.
- Mezclar bien todos los ingredientes y tomar el zumo en ayunas para beneficiarnos de sus propiedades.
Propiedades del zumo de jengibre y limón
El jengibre es una raíz muy conocida en todo el mundo por todas sus propiedades para la salud, sobre todo como un anti-inflamatorio y por sus propiedades gástricas que ayudan al sistema digestivo. Esta raíz se utiliza como una fórmula de adelgazamiento debido a sus propiedades de promover la pérdida de peso. No sólo mejora las funciones digestivas, sino también tiene un efecto "termogénico" que ayuda a activar el metabolismo, por lo que es una potente quemador de grasa y calorías.
Por otro lado, el limón es otro de los grandes medicamentos potentes que promueven la salud de diferentes maneras. También es considerado un agente de adelgazamiento natural. Su contenido en vitamina C lo transforma en un antioxidante muy eficaz, que promueve la eliminación de desechos del cuerpo, combate la retención de líquidos, ayuda a desintoxicar el cuerpo y contribuye a una reducción de la hinchazón abdominal.
Este zumo ayuda a purificar la sangre debido a que los ingredientes tienen propiedades que promueven la eliminación de toxinas y desechos innecesarios. Ambos ingredientes, limón y jengibre son perfectos para la limpieza natural de la sangre, junto con otras cosas. Son buenos para la circulación y combate el colesterol malo (LDL).
Tanto el limón como el jengibre tienen una gran cantidad de componentes que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico. Gracias a esto, ayudar a prevenir problemas respiratorios debido al clima frío, pérdida de voz, infecciones, así como otras condiciones.
La mezcla de jengibre y limón es extremadamente rica en vitamina C y antioxidantes. Ayuda a mantener la piel sana, joven y humectada.
Esta combinación es perfecta para combatir problemas digestivos como la indigestión, movimiento intestinal lento y retención de líquidos. Es por eso importante señalar que si se sufre de gastritis, lo mejor es no consumir estos dos productos juntos.
El limón, como todos los cítricos, es una gran fuente de origen natural de vitamina C. Cuando sientes que el clima se enfría y las temperaturas empiezan a bajar, los resfriados y gripes pueden aparecer y el zumo de limón puede proporcionar un impulso extra al sistema inmune. Además, el sabor cítrico del limón también es ideal en un clima caluroso y resulta extremadamente refrescante añadiendo hielo a la mezcla.
El jengibre ha demostrado tener propiedades contra las náuseas y se recomienda con frecuencia para ayudar a aliviar los malestares estomacales que resultan de la cinetosis, embarazo o incluso de tratamientos contra el cáncer. El jengibre también puede ayudar a reducir la sensación de mareo o las ganas de vomitar. El jengibre también se ha sabido para reducir la sensación de náuseas, dolores y calambres asociados con la menstruación.
El zumo con jengibre y miel también puede proporcionar algún alivio de ciertas enfermedades respiratorias, incluyendo la congestión, goteo nasal, tos y dolor de garganta. La miel puede ayudar a cubrir y calmar un dolor de garganta, mientras que las propiedades antiinflamatorias del jengibre puede ayudar a reducir la inflamación en la garganta. El jengibre también tiene propiedades anti-microbianas que pueden ayudar a prevenir o reducir el riesgo de la infección adicional cuando el sistema inmunológico se encuentra trabajando horas extras para combatir un resfriado o una gripe.