Zumo de cebolla
Receta del zumo de cebolla
La cebolla ofrece muchas propiedades medicinales como son la regulación de la digestión. El elevado contenido en vitamina C de este vegetal lo convierten en un eficaz remedio para las alergias. El zumo de cebolla también es ideal para usos tópicos como en aplicaciones sobre la piel para mejorar manchas. Muchos usan el zumo de cebolla para el cabello para combatir la caída.
Ingredientes del zumo de cebolla
- Cebollas frescas
Cómo hacer el zumo de cebolla
Los siguientes 3 métodos son los más utilizados para extraer el zumo a las cebollas. Tratar de seleccionar en el supermercado cebollas fresca; cuánto más fuerte es el olor de la cebolla, mejores son sus beneficios.
- Con un rallador de queso
- Con una licuadora
- Con un exprimidor
- Zumo de cebolla con un rallador de queso: El primer paso es enfriar las cebollas en el frigorífico durante algunas horas para disminuir la emanación del gas que hace que lloren los ojos al cortarlas. Una vez frías pelar y cortar en cuartos. Cubrir un plato con un paño limpio y fino y colocar encima el rallador. Rallar los cuatro trozos de cebolla, unir las esquinas y comprimir o apretar la tela para extraer el líquido de las cebollas en un recipiente. Conservar el zumo de cebolla en el frigorífico.
- Zumo de cebolla con licuadora: Este es seguramente el método más tradicional para hacer zumo de cebolla y no es necesario que estén frías. Lavar y pelar las cebollas, y cortar en trozos de un tamaño mediano. Licuar la cebolla y colar el contenido usando una estopilla sobre un colador vertiendo el zumo en un recipiente. Los restos de pulpa que quedan en la estopilla se pueden exprimir para aprovechar todo el líquido para el zumo. Guardar en el frigorífico.
- Zumo de cebolla con un exprimidor: El método más sencillo es hacer zumo de cebolla con un exprimidor de frutas o extractor de zumos. Es muy común tener un exprimidor en casa. Lavar y pelar las cebollas, y cortar por la mitad. Exprimir cada mitad de cebolla con el exprimidor y verter el líquido en un recipiente. Guardar el zumo de cebolla extraído en el frigorífico.
Propiedades del zumo de cebolla
Las cebollas ofrecen una serie de beneficios para la salud y juegan un papel importante en el alivio de una serie de enfermedades incluyendo el resfriado común, asma, infecciones bacterianas, problemas respiratorios, la angina de pecho y tos. Las cebollas también son conocidas para repeler insectos sedientos de sangre. En otras palabras, se puede decir que las cebollas son un verdadero regalo de la naturaleza, incluso aunque a veces hagan llorar.
Los poderes curativos de las cebollas se remontan a la antigüedad. Incluso la Organización Mundial de la Salud confirma que las cebollas son beneficiosas para las personas con disminución del apetito y que sufren de arteriosclerosis. Los profesionales en la salud reconocen el hecho de que las cebollas son proveedoras de un gran alivio para pacientes con asma crónico, bronquitis alérgica, y tos relacionada con el resfriado común y los síndromes de frío.
Las cebollas, que tienen la clasificación científica de Allium cepa, también contienen una serie de compuestos antioxidantes que son muy eficaces en la neutralización de los radicales libres presentes en el cuerpo humano. Las cebollas han sido utilizadas durante miles de años por las personas con fines medicinales. Las propiedades antibacterianas de las cebollas incluyen también una amplia gama de aplicaciones antifúngicas.
Entre los valores nutricionales de las cebollas destacan sus nutrientes, vitaminas, minerales y compuestos orgánicos que contienen, incluyendo la presencia de compuestos sulfúricos y quercetina en rastros de aceites esenciales. Las cebollas también contienen componentes minerales tales como calcio, magnesio, sodio, potasio, selenio y fósforo, y pueden ser una buena fuente de vitamina C, vitamina B6 y fibra dietética.